Un motor de cambio en Malawi

La oportunidad de recibir una educación

“Puedo decir que Mary’s Meals cambió realmente mi vida.”

Gift empezó a comer en el colegio en Malawi gracias a Mary’s Meals cuando tenía ocho años. Antes de eso, el hambre le quitaba las ganas de ir a clase y de aprender:

“Me crió mi madre, que era madre soltera”, cuenta. “A veces tenía que salir a trabajar o a buscar comida, y saber que no estaba en casa afectaba a mi asistencia al colegio. Si mi madre no estaba, no podía controlar si iba o no. Me sentía muy desmotivado y hambriento — a veces solo quería quedarme [en casa], por si los vecinos me daban algo [de comer].”

“Cuando empecé a comer con Mary’s Meals, sabía que si iba al colegio, al menos podría comer. Incluso los días en los que no me apetecía ir, la promesa de Mary’s Meals me animaba a asistir a clase, y me ayudó muchísimo a concentrarme en los estudios.”

Desbloqueando su potencial

Después de terminar la primaria, Gift continuó con la secundaria, y durante ese tiempo vivió en STEKA — un hogar para niños y niñas en situación de vulnerabilidad en Blantyre. Allí conoció a una familia de Escocia, que apoyaba a STEKA. Gift destacaba en los estudios y soñaba con estudiar Sociología para entender mejor las barreras al cambio social en Malawi y cómo podía contribuir a superarlas.

Tuvo la oportunidad de trasladarse a Escocia para estudiar en la universidad. Vivió con aquella familia mientras estudiaba, se graduó en Sociología y posteriormente obtuvo un máster con distinción en Gestión y Liderazgo Internacional.

Tras finalizar sus estudios, Gift regresó a Malawi para hacer prácticas en una empresa social que apoya a emprendedores locales. Hoy dirige un equipo que ayuda a personas sin acceso a la red eléctrica a iluminar sus hogares mediante energía solar.